Una Mirada Honesta A La Crisis De Las Finanzas Personales
La gente se pregunta en privado, ¿cómo alguien, tan bien formado; ¿podría estar en caída libre económica?
Bueno, siguen siendo la misma persona talentosa e inteligente, pero el trabajo es muy impredecible ahora, así que nunca se sabe cuándo se entró en el incierto mundo de lo que era antes, y ya no se puede estar seguro de a dónde se pertenece.
Docenas de oportunidades de trabajo parecen desaparecer en un agujero negro.
Vivimos en un mundo donde el éxito se define por los ingresos. En el momento en que anuncias que tienes problemas financieros, la sociedad te coloca en la categoría de perdedor. Se nos acusa de ser malos planificadores y morosos. ¿Pero es ese el verdadero problema? Sabemos que podríamos haber ahorrado más si hubiéramos pedido un café solo en lugar de un café con leche. La verdadera pregunta aquí es: si pudiéramos retroceder en el tiempo, ¿habríamos elegido la misma opción o no? Hay un sinfín de estupideces que hemos hecho financieramente hablando. La respuesta es: no podemos cambiar eso ahora, nadie puede ya que todo está en el pasado.
Empezando por los ahorros, para muchas familias; no queda nada que ahorrar una vez pagadas las facturas. Resulta que a millones de nosotros no se nos da tan bien eso de invertir voluntariamente durante 40 años. A millones de nosotros no se nos da tan bien gestionar el riesgo del mercado, ya que mucha gente no tiene ahorros para la jubilación. El problema es que la seguridad social nunca debió ser el plan de jubilación.
Otro problema se presenta en este contexto, que es la esperanza de vida. Ha aumentado mucho, por lo que todavía se puede encontrar a alguien de más de 50 años sano y que puede vivir otros 20 años, pero es duro si eres pobre y viejo. Entonces, ¿cuál es la jugada si has llegado a este punto a finales de los 50? ¿Y cuál es el plan si no quieres llegar a este punto a finales de los 20?
Tenemos que salir de las sombras y plantar cara abiertamente a esta crisis. La solución es adaptarnos a vivir con una mentalidad de bajo perfil, que no se defina por las cosas. Significa que debemos averiguar qué necesitamos realmente para sentirnos contentos y con los pies en la tierra. Opinión impopular: las cosas no volverán a la normalidad, si simplemente apretamos el cinturón o somos lo suficientemente pacientes. La verdad es que la normalidad que conocíamos se ha acabado.
En primer lugar, tenemos que dejar de lado la idea de que nuestro valor y nuestra valía dependen de nuestros ingresos. Y también, debemos aprender a pensar en la estrategia, no en el fracaso. Haz lo que tengas que hacer para aguantar otro asalto.
No basta con vivir mucho tiempo, lo importante es vivir bien. Necesitamos ahora una nueva forma de pensar. Y, por último, necesitamos orientación e ideas sobre cómo vivir una vida rica en matices con unos ingresos mucho más modestos.
“Money, like emotions, is something you must control to keep your life on the right track.”
― Natasha Munson