El autocontrol, la flexibilidad cognitiva y la memoria de trabajo, este conjunto de capacidades mentales es lo que llamamos Funciones ejecutivas. Estas habilidades se utilizan en nuestra vida diaria para aprender, trabajar y gestionar.

Podemos describir la función ejecutiva como el sistema de gestión del cerebro, ya que las utilizamos como herramienta para establecer objetivos y hacer las cosas.

En este artículo, presentaremos los diferentes tipos de funciones ejecutivas, su impacto y, por último, cómo mejorarlas.

Estas funciones desempeñan un papel muy importante, tanto de forma individual como conjunta, para supervisar los comportamientos orientados a objetivos.

  • Las principales áreas de la función ejecutiva son:
  • Memoria de trabajo: La memoria a corto plazo, también conocida como memoria primaria o activa, es la capacidad de almacenar una pequeña cantidad de información en la mente y mantenerla disponible durante un corto período de tiempo.
  • Flexibilidad cognitiva: También conocida como pensamiento flexible, que significa la capacidad de cambiar de una tarea mental a otra o de pensar en varias cosas al mismo tiempo.
  • Control inhibitorio: Es la capacidad de reprimir los impulsos y deseos, para poder tener un comportamiento adecuado.
  • Control de la atención: Es la capacidad de centrarse y concentrarse en algo específico de nuestro entorno.

Dependemos de las funciones ejecutivas para realizar nuestras tareas cotidianas, y te damos por ejemplo:

  • Analizar información
  • Ser capaz de concentrarse en algo
  • Llevar un registro de tus comportamientos
  • Hacer planes
  • Gestionar el comportamiento
  • Gestionar tu tiempo
  • Prestar atención
  • Regular las emociones
  • Recordar detalles importantes
  • Autorregulación
  • Mantenerse organizado


  • Las funciones ejecutivas tienen un papel muy importante en nuestra capacidad de funcionar correctamente. En el momento en que empezamos a tener problemas con estas habilidades, nos enfrentaremos a muchos obstáculos en diferentes áreas de nuestra vida, como la escuela, el trabajo y las relaciones interpersonales.

            En este contexto, presentamos las diversas dificultades a las que puede enfrentarse una persona.

  • Organizar, priorizar e iniciar tareas
  • Centrar, mantener y cambiar la atención
  • Regular el estado de alerta, mantener el esfuerzo y la velocidad de procesamiento
  • Supervisar y autorregular la acción
  • Gestionar las frustraciones y regular las emociones

  • La pregunta ahora es cómo mejorar estas funciones.

La mejor manera de cambiar un comportamiento es ser completamente consciente de él primero, en este caso aquí hay algunas estrategias que pueden apoyar esta tarea:

  • Dar pequeños pasos y dividir las tareas en pasos más pequeños para aumentar la productividad y alcanzar el objetivo final.
  • Crea una lista de tareas pendientes.
  • Tomar descansos entre tareas y disfrutar de tus actividades favoritas.
  • hacer un plan de cómo piensas que se va a hacer
  • En caso de que seas muy olvidadizo, utiliza un calendario para recordarte las actividades y tareas a largo plazo.
  • TCC, terapia conductual y terapia cognitivo-conductual: esto ayuda a sustituir los comportamientos negativos por otros positivos, e incluso ayuda a regular las emociones y a gestionarlas aún mejor.


Y por último, te aconsejamos que seas más consciente de este asunto, ya que tiene un gran impacto en todos los ámbitos de la vida, razón por la que hay que tomárselo en serio para un mejor rendimiento.